miércoles, 16 de septiembre de 2009

Voto extranjero II (Carlos Cordero Carrafa)

¿Dónde está la manipulación y el engaño? En que el voto extranjero sirve para elegir a un gobernante que de ninguna manera gobernará para los bolivianos en el exterior...


El voto de los bolivianos residentes en el extranjero es un claro ejemplo de cómo ciertos liderazgos pueden llegar a manipular emocional y políticamente a determinados grupos sociales para lograr beneficios, sobre todo electorales. El voto extranjero —como en la actualidad está diseñado— tiene como propósito principal favorecer la reelección del presidente Morales y de manera secundaria defender derechos humanos y políticos para los compatriotas que por diversos motivos tuvieron que emigrar. Las bolivianas (nos) residentes en el exterior tienen derecho a participar en las elecciones a la Presidencia y Vicepresidencia del Estado y en las demás (elecciones) señaladas por ley —así lo establecen la Constitución vigente (art. 27) y el Régimen Electoral Transitorio (art. 43 y ss).
La mayoría de los bolivianos en el exterior se encuentran en situaciones difíciles en los países donde residen y rápidamente se ilusionaron con la oferta electoral de ejercer derechos políticos. Sin dudarlo apoyaron y apoyan las reformas legales que les devolvían el derecho a elegir Gobierno. ¿Dónde está la manipulación y el engaño? En que el voto extranjero sirve para elegir a un gobernante que de ninguna manera gobernará para los bolivianos en el exterior, sino para los bolivianos residentes en Bolivia. Los bolivianos que se encuentran en situación de inmigrantes seguirán sujetos a las autoridades y normas de los países donde se encuentran residiendo. La situación adversa en la que están no variará un milímetro por el hecho de ejercer un derecho y en Bolivia gobierne fulano o perengano.
En todo tiempo, los embajadores, cónsules y agregados de cualquier naturaleza e índole son representantes del Gobierno de turno y en la actualidad ello no ha variado, son designaciones gubernamentales (en contados casos con participación del Parlamento) y en última instancia representantes directos del señor Presidente. La pregunta es ¿cuánto ha cambiado la situación de los emigrantes desde que el presidente Morales se halla en el Gobierno de Bolivia? ¿Cuánto cambiarán las actitudes de los funcionarios y gobernantes extranjeros respecto de los bolivianos residentes en el exterior? El engaño en el cual caímos casi todos es que estamos debatiendo si los bolivianos en el exterior deben votar o no. ¡Por supuesto que sí! Pero no deben votar y elegir un presidente que no los gobernará, porque entre otras cosas ello vulnera derechos de los que viven en el país, sino que los emigrantes, cualquiera sea su situación, deben votar y elegir diputados extraterritoriales.
Los diputados extraterritoriales deberían surgir de entre los emigrantes y ser electos mediante sufragio, formar parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional, ser rentados por el Estado, tener fuero parlamentario y constituirse en representantes genuinos de los intereses y demandas de los bolivianos residentes en el exterior. Estos diputados deberían residir por tres meses en los respectivos Estados donde estén en calidad de inmigrantes y otros dos meses en Bolivia. Un tiempo para interiorizarse de las necesidades y preocupaciones de los compatriotas inmigrantes, realizar gestiones favorables ante las autoridades externas; otro tiempo para intervenir en la Asamblea y legislar, así como realizar gestiones a favor de emigrantes ante las autoridades gubernamentales nacionales. De este modo, todos ejercemos derechos políticos sin afectar ni negar el derecho ajeno.
* Politólogo y catedrático
ccordero@estudiosdemocraticos.org

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