viernes, 4 de septiembre de 2009

Una campaña ilegal y mentirosa

Contrarrestar tan eficiente aparato propagandístico no será tarea fácil Más que quejidos, se necesitará ideas, datos, sólidos argumentos


Aunque según lo dispuesto por la ley electoral que rige el proceso que conduce a las elecciones de diciembre próximo aún no están permitidas las campañas propagandísticas para promover a los candidatos que disputa4án el apoyo de la ciudadanía, basta ver unos minutos cualquier canal de televisión, u oír cualquier radioemisora, para comprobar con cuánta facilidad tal regla está siendo vulnerada por los candidatos del oficialismo.
Si bien la campaña se hace con cierto disimulo, pues se presenta encubierta como “informes” de los supuestos logros de la gestión gubernamental, lo que hace difícil la labor del Órgano Electoral, que tendría que hacer cumplir equitativamente las reglas de juego, resulta por demás evidente que esa es una de las muchas maneras como se usa y abusa de los recursos del estado para favorecer a la fórmula del MAS
Ante tal hecho, que sin duda se irá agravando a medida que se intensifiquen las campañas electorales, algunos líderes de la oposición lo han denunciado aunque sin que sus reclamos hayan merecido mayor atención. La falta de una acción conjunta entre los diferentes candidatos opositores, en éste como en otros temas, es uno de los factores que quita fuerza a los reclamos.
Pero el asunto tiene una segunda dimensión que también tendría que ser desenmascarada por quienes se oponen a la propuesta oficialista. Se trata del contenido de los mensajes, la mayor parte de los cuales no guardan relación con la realidad. En algunos casos exponen medias verdades, en otros absolutas mentiras, y en conjunto proyectan una imagen completamente distorsionada de los temas expuestos como los principales logros de la gestión gubernamental.
Entre todos ellos hay dos que se destacan, precisamente los que más insistentemente son presentados como ejemplos de la eficiencia gubernamental: los supuestamente fabulosos resultados de la “nacionalización” de los hidrocarburos y, muy ligado al anterior, el incremento de las Reservas Internacionales Netas, “el ahorro de todos los bolivianos”.
De nada sirve que los datos de la realidad con toda elocuencia desmientan los mensajes propagandísticos. No importa que el descalabro producido por la “nacionalización” sea inocultable si se lo observa con objetividad, ni que la deuda interna neutralice cualquier abultamiento de las RIN. Desde el punto de vista del pragmatismo publicitario lo importante es concentrar la atención en las apariencias y tras ese objetivo se concentra la artillería –y los millones de dólares—que el gobierno gasta –o invierte, según cómo se vea—en consolidar la mitomanía sobre la que se sostiene.
Contrarrestar tan eficiente aparato propagandístico no será tarea fácil para quienes pretenden disputar el apoyo popular. Y los quejidos, reclamos y denuncias, por insistentes que sean, de nada servirán si no van acompañados de una ofensiva en el plano de las ideas, los datos, las cifras, todo lo que se requiere para desmontar el mito.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Más agresiones contra periodistas

Las agresiones contra periodistas son uno más de los síntomas del permanente deterioro de valores básicos como el mutuo respeto y la tolerancia

Un amplio abanico de reacciones que va desde la más honda indignación a la absoluta indiferencia, pasando por cierta complacencia, han causado en diferentes sectores de la sociedad la andanada de insultos y expresiones de deseos que el alcalde de Santa Cruz, Percy Fernández, dedicó a un grupo de periodistas y camarógrafos que cubrían una conferencia de prensa.
"Estos son traidores, los veo traicionando a todos, a los colegas que están a su lado. Ojalá algún día se mueran, y pronto nomás de muerte natural para que nadie quede con la culpa, y desaparezcan porque mucho perturban el ambiente. Acosadores del mundo, idos por favor!”, dijo en uno de sus frecuentes arranques de ira.
El asunto fue minimizado en unos casos, pues ya es habitual que el alcalde cruceño, cuya excentricidad es muy conocida, incurra en dislates que por lo frecuentes que son ya suelen ser objeto de burlas y rara vez tomados en serio.
Cierta complacencia poco o nada disimulada, en cambio, se pudo notar entre quienes comparten con el Sr. Fernández su poca simpatía hacia la labor periodística cuando ésta no se acomoda a sus expectativas. Muchos de los principales funcionarios del gobierno central, por ejemplo, deben haberse sentido muy identificados con la actitud del alcalde cruceño.
Diferentes grados de indignación, por su parte, mostraron representantes de los periodistas y de los medios de comunicación, lo que se justifica por los antecedentes que durante los últimos tiempos han llevado a extremos intolerables las relaciones entre quienes ejercen el poder y quienes informan y opinan sobre sus actos.
Llamar a “disciplinar” a los periodistas, o calificarlos como “traidores”, son ejemplos de una actitud que pone en un mismo plano a quienes más allá de sus diferencias políticas e ideológicas, tienen en común el mismo desprecio por la labor periodística. Ambos casos merecen el mismo rechazo, por lo que no es aceptable que se reaccione con tolerancia o indiferencia cuando las agresiones provienen de unos y con indignación y agresividad cuando los autores son otros.
Tampoco se trata de exagerar e incurrir en un exceso de susceptibilidad. Los periodistas que se sienten afectados por las agresiones verbales, así como las organizaciones que los representan, tendrán que definir el límite entre lo que es sólo un exabrupto y lo que por formar parte de un contexto de agresiones que tienden a subir de tono, contribuye a deteriorar el ambiente de libertad y respeto necesario para el pleno ejercicio de la labor periodística.
De cualquier modo, lo cierto es que las cada vez más frecuentes agresiones contra trabajadores de la comunicación son sólo uno más de los muchos síntomas como se manifiesta en nuestro país el permanente deterioro de valores básicos e imprescindibles para la convivencia civilizada como son el mutuo respeto y la tolerancia. Restablecerlos es pues una tarea que debe involucrar a todos.

martes, 1 de septiembre de 2009

El MAS y el padrón biométrico


Ante la ausencia de una oposición seria, el oficialismo ya no necesita distraerse en acciones que podrían empañar la legitimidad de su triunfo

Uno de los últimos escollos que se hallaban en el camino que conduce a las elecciones del 6 de diciembre próximo, ha sido felizmente superado gracias a la encomiable eficiencia con que el Órgano Electoral viene cumpliendo la titánica tarea que se le dio. Fueron tan contundentes los datos presentados al presidente Morales y a su equipo de más estrechos colaboradores sobre el buen avance del empadronamiento biométrico, que el MAS decidió deponer su amenaza de aplicar un “padrón mixto”.
Era previsible que el oficialismo asuma tal actitud, pues sus estrategas deben haber comprendido que el costo político de mantener vigente un padrón sobre el que con razón o sin ella penden demasiadas dudas y suspicacias habría sido mucho mayor que los beneficios. Es tan grande la ventaja que tienen los candidatos del MAS sobre sus rivales de la oposición, que no tenía ningún sentido tender una sombra de duda sobre la legitimidad de una victoria que ya se avizora holgada ante la ausencia de un rival digno de consideración.
Es también posible suponer que la presión externa, expresada a través de gobiernos, organismos internacionales y fundaciones privadas, como el Centro Carter, hizo su parte. Difícilmente se habrían prestado a avalar una causa tan desprestigiada como es la vigencia del antiguo padrón electoral, lo que dio una razón adicional para que el oficialismo opte por no abrir un nuevo frente de batalla, en condiciones adversas, cuando tiene tantos en los que sí lleva todas las de ganar.
A esos factores que jugaron a favor del padrón biométrico se suma sin duda la ineptitud de una oposición que no pone en ningún riesgo la previsible victoria oficialista. Tal como se presenta el escenario político, el MAS no sólo ganará holgadamente las elecciones de diciembre; tendrá además una amplia mayoría en las dos cámaras de la Asamblea Legislativa Plurinacional, lo que hace superfluo un plan de acción originalmente concebido para otro escenario.
Algo similar puede decirse de otro recurso que el oficialismo concibió para afrontar una batalla electoral que hace algunos meses no parecía tan fácil. El trasvase de votos de un departamento a otro, mediante las migraciones de militantes del MAS a Pando, respondía a la suposición de que en ese departamento se disputaría palmo a palmo, voto a voto, cada una de las senadurías y diputaciones y que cada una de ellas sería decisiva llegado el momento de hacer el balance final. Al no tener rival al frente, el oficialismo puede ahora prescindir de tan descarado truco y concentrar sus fuerzas en acciones menos engorrosas y más rentables.
El primer efecto de la facilidad con que la oposición le deja al MAS despejado el camino que conduce a su consolidación en el poder es, pues, paradójicamente, positiva. Es que el oficialismo ya no necesita distraerse en acciones que debiliten aún más la salud de nuestro sistema democrático.

lunes, 31 de agosto de 2009

Horas cruciales para la política


De las decisiones que puedan tomarse en las siguientes horas, de la madurez y responsabilidad que demuestren quienes aspiran a conducir el Estado en los siguientes años, dependerá en gran medida la suerte que le toque correr a Bolivia en al menos la próxima década

Empieza una semana crucial para la configuración del mapa político que marcará la nueva carrera electoral que empieza a vivir el país por la silla presidencial. En efecto, las distintas agrupaciones y partidos políticos embarcados en el propósito de concurrir a los comicios generales de diciembre de este año, tienen como plazo legal hasta el próximo 7 de septiembre, es decir una semana más, para inscribir sus respectivas candidaturas.
Así, con el tiempo a contrarreloj y una implacable cuenta regresiva, los numerosos candidatos opositores continuaban desplegando intensas negociaciones, todas ellas frustradas y sin visos de resultar en el surgimiento de un proyecto de dimensiones nacionales, capaz de articular una propuesta sólida que le haga frente a la hasta hoy imparable maquinaria política del gobernante Movimiento al Socialismo.
Lo único confirmado hasta anoche eran las candidaturas del actual presidente de la República, Evo Morales; del empresario Samuel Doria Medina; del ex prefecto y alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa; del ex vicepresidente de la República Víctor Hugo Cárdenas; del alcalde potosino, René Joaquino; del ex líder cívico cruceño Germán Antelo; y del ex presidente de la República Jorge Quiroga Ramírez. Está por verse, aún, qué decisión tomarán el dirigente campesino Alejo Veliz y el ex parlamentario movimientista Hugo San Martín, que también se han presentado como probables presidenciables, además de la probabilidad del ingreso a la arena política nacional del ex prefecto paceño, José Luis Paredes, aunque se conocen que ya han dado un paso al costado en sus aspiraciones presidenciales.
Es muy probable que, en el curso de la presente semana, varios de los "presidenciables" arriba citados tengan que renunciar a sus pretensiones o fusionarse a otras opciones políticas, porque no tienen ni recursos ni estructuras así sean mínimas que les permitan sustentar una candidatura de carácter nacional.
Y es posible, también, que algunas candidaturas agoten todos los esfuerzos en aras de confirmar un bloque amplio de oposición capaz de garantizar unos niveles de votación lo suficientemente expectables como para hacer frente a la amplísima ventaja con que, según todas las encuestas hechas públicas, ha comenzado la carrera electoral el partido del presidente Evo Morales.
De hecho, el que parece ser el último de los esfuerzos para crear ese frente opositor tiene lugar en estos momentos. Es así que, hasta las primeras horas de la madrugada de este lunes, y sin resultados hasta ahora conocidos, se haya venido desarrollando una prolongada negociación bajo los auspicios de las regiones que conforman el denominado Consejo Nacional Democrático (CONALDE), en procura de unir en una sola dupla las candidaturas del ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas y del líder cívico cruceño Germán Antelo.
Lo cierto es que el mundo político nacional vive horas cruciales, si no decisivas. De las decisiones que puedan tomarse en las siguientes horas, de la madurez y responsabilidad que demuestren quienes aspiran a conducir el Estado en los siguientes años, dependerá en gran medida la suerte que le toque correr a Bolivia en al menos la próxima década.