viernes, 28 de agosto de 2009

Triunfo del MAS, suicidio de la oposición

Según lo anticipan las encuestas, el MAS avanza hacia el control del poder total mientras la oposición marcha hacia un suicidio colectivo

Como si los muchos aspirantes a candidato que se disputan la representación de la oposición para las próximas elecciones generales no tuvieran ya suficientes motivos para la preocupación, la empresa Encuestas & Estudios Gallup International ha difundido los resultados de una encuesta según los cuales el panorama es de lo más sombrío para todos quienes pretenden hacer frente a la fórmula oficialista.
Los datos que arroja la encuesta que comentamos merecen ser tomados muy en serio no sólo porque la empresa responsable del estudio es una de las más confiables, sino también porque a diferencia de las anteriores, ésta no se limitó a las principales ciudades capitales del país. Abarcó los nueve departamentos, 92 provincias y 131 municipios. Incluye pues al área rural, lo que le da mayor precisión y verosimilitud al sondeo ya que como es bien sabido, es en el campo donde el MAS tiene su bastión principal con un apoyo que en muchas provincias supera el 90%.
Las intenciones de voto expresadas por las personas encuestadas confirman las tendencias ya anticipadas por anteriores sondeos, pero dan un margen de triunfo mayor a Evo Morales, quien ganaría en los nueve departamentos con porcentajes que van desde el máximo, en La Paz, donde tiene 82% de apoyo, y el mínimo, en Santa Cruz, donde cuenta con sólo el 24.6% de los electores. A pesar de ello ganaría en ese departamento, como en Beni, Pando y Tarija, pues ninguno de sus potenciales rivales se aproxima siquiera a esa cifra debido la dispersión del voto opositor.
Para todos los candidatos de la oposición, en cambio, el panorama es desolador. Ninguno de ellos llega al 10%. El más favorecido, Samuel Doria Medina, apenas tiene 9.7% de las intenciones de voto y el resto se diluye en porcentajes insignificantes entre todos los demás. Para colmo, ninguno tiene respaldo homogéneo en todo el país. Todos concentran sus escasos apoyos en uno o dos departamentos, pero son poco menos que inexistentes en los demás.
Mucho más halagüeñas para el oficialismo y deprimentes para la oposición son las perspectivas si los porcentajes de votación anticipados por las encuestas son proyectados a la distribución de escaños en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Es que debido al sistema ahora vigente, el denominado D´Hondt, la representación tiende a concentrarse en quienes más votación tienen en desmedro de los menos favorecidos. Así, el 57.7 de votos a favor del MAS se transformaría en poco menos de 70% de asambleístas y el 30% restante se distribuiría entre todos los fragmentos de la oposición.
Se puede pues afirmar que, si se mantienen las tendencias actuales, el MAS se encamina a pasos firmes hacia el objetivo de hacerse del control total del poder. Todas las fracciones de la oposición, en cambio, se encaminan hacia un suicidio colectivo tras el que se vislumbra ya un futuro régimen de partido único.

jueves, 27 de agosto de 2009

Las dos vertientes del monopartidismo

El monopartidismo no es sólo resultado del espíritu totalitario del oficialismo. La ceguera de la oposición es otra causa del fenómeno.

Enorme revuelo en el escenario político nacional han causado las declaraciones de un dirigente de la Central Obrera Regional de El Alto, , según las que los “sectores sociales” afines al MAS de esa ciudad habrían decidido impedir que los partidos de la oposición hagan proselitismo o abran casas de campaña en “su” territorio.
Como era de esperar, los muy numerosos candidatos de la oposición son los que con más entusiasmo se rasgaron las vestiduras y elevaron al cielo sus quejidos lastimeros. No pudieron, sin embargo, dejar de dar la impresión de que en el fondo los complace ese tipo de amenazas pues todos ya están buscando pretextos para justificar el estrepitoso fracaso que, al paso que van, los espera en diciembre.
Desgraciadamente, el fondo del asunto, cuya gravedad es mucho mayor de lo que se podría suponer si se lo atribuye sólo a los exabruptos de un dirigente alteño, pasa desapercibido para los muchos candidatos opositores. Es que más allá del desparpajo con que algunos individuos vierten sus amenazas, en los hechos hace ya mucho tiempo que en gran parte del territorio nacional está vigente un régimen de partido único.
Se ha llegado a ese punto por dos caminos. Uno de ellos es la eficiencia con que el MAS, a través de todas las organizaciones sociales que controla, ha logrado monopolizar la actividad política. El segundo es la absoluta y total ausencia de una organización de oposición capaz de hacer frente a ese avasallamiento.
Está ya tan consolidada en gran parte de territorio nacional la red de “control social” mediante la que se recurre a todo tipo de métodos coercitivos para coartar la libertad de acción política de quienes no se someten a los “pactos de unidad”, que el MAS ya no requiere amenazar. Ya los hechos son más contundentes que cualquier amenaza.
En ese contexto, la incontinencia verbal de algunos dirigentes, más que a una declaración de intenciones del oficialismo, puede ser atribuida a las pugnas internas que se producen en las filas de los “movimientos sociales” en pos de las candidaturas a diputados y senadores en las listas del MAS. Son pues sólo la manifestación más externa de algo más profundo.
Mucho más grave que la franqueza con que algunos dirigentes dan cuenta de lo que es ya una realidad, es la incapacidad de la oposición para hacer frente a ese avasallamiento con algo más que estériles quejas. No hay ni una sola organización capaz de intentar siquiera hacerse presente con casas de campaña, líderes intermedios ni candidatos en los territorios controlados por el MAS, y eso no es sólo por culpa del espíritu totalitario de los militantes del oficialismo. Es también, y sobre todo, consecuencia de la ceguera de una oposición que dispersa y dilapida sus esmirriadas fuerzas en vergonzosas pugnas personales.

domingo, 23 de agosto de 2009

La vocación suicida de la oposición

Como “patético” ha sido calificado por el Vicepresidente del país el espectáculo que dan los opositores, y no le falta razón

Una semana más ha transcurrido, y cuando ya sólo quedan dos para que se cumpla el plazo fijado por el cronograma electoral para que se inscriban las fórmulas que participarán en las próximas elecciones generales, el escenario político va tomando una forma que complace tanto al oficialismo como angustia a los sectores de la ciudanía que en vano esperan la aparición de una fórmula seria de oposición.
Varias candidaturas ya están en plena campaña. De ellas, la oficialista, cuyo binomio ya está plenamente definido y ahora concentrada en la selección de sus candidatos a diputados y senadores es, con mucho, la que más se ha adelantado en el camino que conduce a las urnas.
En el frente opositor, en cambio, no aparece algo que esté a la altura del rival. Tuto Quiroga y Samuel Doria Medina han decidido reincidir en su apuesta individualista, como en diciembre de 2005, y no dan ninguna muestra de haber aprendido algo de los fracasos de los que fueron protagonistas durante los últimos años. Por lo que hasta ahora han mostrado, se diría que no aspiran a encabezar un proyecto político alternativo al del MAS sino a algún viceministerio del nuevo “Estado Plurinacional”.
Algo similar puede decirse de Manfred Reyes Villa, quien a diferencia de Quiroga y Doria Medina ni sigla política que lo respalde tiene, y mucho menos una organización, pero sigue depositando todas sus esperanzas en que su experiencia a la cabeza del municipio de Cochabamba le sirva como suficiente credencial. Tampoco se presenta como postulante a encabezar un proyecto político serio. Por la forma y fondo de sus propuestas, más bien parece candidato a Alcalde de Bolivia.
El MNR, por su parte, el único partido que logró sobrevivir a la debacle del sistema político, no logra salir del estado vegetativo en el que lo sumieron los traumas del pasado y sus pugnas internas. Dejó pasar los años sin renovarse, sin cultivar nuevos liderazgos y tal como el 2005, se aferra a la esperanza de que un candidato prestado prolongue su agonía o que su participación sea admitida en un bloque amplio que lo tolere como aliado.
Finalmente, la quinta opción opositora, la que más expectativas despertó alrededor de la propuesta de articular un bloque amplio que aglutine a las corrientes de oposición regionales, a los líderes y movimientos ciudadanos que en los hechos fueron los que más batalla dieron durante los últimos años al proyecto hegemónico del MAS, tampoco acaba de cuajar. Son muchos los cabos sueltos con los que pretende tejer una red, pero no halla el hilo conductor, ni el líder, ni la sustancia ideológica y programática que haga de elemento aglutinador.
Como “patético” ha sido calificado por el Vicepresidente del país el espectáculo que dan los opositores, y no le falta razón. Quedan, sin embargo, dos semanas cruciales durante las que habrá que ver si el instinto de sobrevivencia se impone a la vocación suicida.

La ofensiva (Claudio Ferrufino-Coqueugniot)

Alvaro García Linera tiene el prurito de los verbos contundentes. Le gusta decir que va(n) a destruir, aplastar a los demás. Violencia que algún sicoanalista derivaría sin falta a algo más que ideología; tal vez a cierta confusión.
Stalin solía hacer eliminar a las esposas de los hombres de su más íntimo círculo. Actitud extraña, relacionada al suicidio de su esposa Nadya, a los complejos del dictador por ser pequeño, fiero (marcado) y soriático.
¿Hombres asociados a la Idea, al Partido? Al partido no podría ser en este caso, porque el MAS, como el nacionalsocialismo hitleriano, no es partido. Molotov se burlaba de von Ribbentrop, en los albores del pacto germano-soviético, por tal razón. Lo asistía la soberbia y maléfica estructura partidaria que Lenin había armado. No comparo, sin embargo. García Linera es un pedante afeminado, diletante de miras estrechas. Stalin, con los increíbles pasos en falso que dio en vida era, a su manera, brillante.
Vienen tiempos de elección y Alvarito agita su amenazador puño blanco, la misma mano que en el documental "Cocalero" saluda a la multitud con exactamente el mismo vaivén que Laura Bush. Miren y díganme si miento.
¿Que si estoy siendo prejuicioso? Puede ser. Pero no hablamos de Whitman, ni Gide, ni Freddie Mercury, sino de un peligroso individuo cuyas características lo empeoran. Y de un gobierno raro, nacido de la extrañeza del tirano de Venezuela, también dudoso...
Con el pretexto de indianidad alucinada nos derrumbamos hacia el oprobio de ya ser un narcoestado, donde mucha gente va creando riqueza, es verdad, pero cuya herencia probará nefasta para todos.
Tanta es la indignidad, la incomprensión de los movimientos históricos que cualquier dirigente en esta larga lista vertical suele interrumpir el proceso democrático cuando le place. En El Alto amenazan con no permitir proselitismo de quien no sea evista. ¿Ese es el paraíso social al que nos quieren arrastrar? ¿El de fábricas de cocaína e ignorancia absoluta? Dicen que los sabios aymaras desenterrarán la Akapana en Tiwanaku. Posiblemente sus acólitos vendan lo que no destrocen. A esos apologizan algunos, frailes incluidos, malinterpretando un proceso en aras de quién sabe qué oscuras manifestaciones humanas. No divago, aquí hay gato encerrado. Gata será me susurra un mala lengua...
Mientras Evo y Alvaro, pareja socialita (no socialista) del siglo XXI, auguran un triunfo que los cargará como ekekos con la gloria del poder... y sus dividendos, fuerzas imperiales les preparan --y hasta anuncian-- la encerrona.
Bien lo saben, pero necesitan del discurso demagógico para llenar de ilusión a los desharrapados, no de una región donde los bienes sean sociales, sino donde la rapiña y el crimen se permitan sin castigo. Necesitan tiempo aún, no para crear la estructura de un país nuevo; lo necesitan para robar. Presumen las celdas que les van preparando en los EUA para acordonar sus actividades de narcos y quieren asegurar su futuro. Es como una tómbola: unos caerán y los que queden libres pasarán de granseñores. Esos son los revolucionarios de este corrupto festejo.
Diciembre no es fecha de definición. Las redes del imperio que ellos han atraído otra vez hacia el continente los van cercando. Chávez ya moja sus sábanas de noche. Pronto pedirá garantías. Correa huele a responso. Y a Evo le caerán años de condena tan grandes como las hectáreas de coca con que trafica.