miércoles, 16 de septiembre de 2009

Rubén Costas: un “neutral” productivo que incomoda (Mario Panique)

Este pasado fin de semana tuve la oportunidad de presenciar la entrega de las primeras 130 casas de las 1,104 que se construirán en el municipio de Charagua con el apoyo de la prefectura, USAID, el municipio y los beneficiarios. En la ocasión, un comunario en la localidad de Guirapukuti, a tiempo de agradecer decía “hasta hace unos días, vivíamos como salvajes sobre tierra, ahora estamos viviendo como gente con piso decente, eso Gobernador, nunca nadie nos lo dio” esas palabras de Oscar Carrasco, Mborubicha o autoridad comunal, no es la de un político, es un hijo de ese pueblo que merece lo que se está dando a cambio de nada, pero claro, esa política con visión de servicio hiere al que no la entiende o se guía por otros objetivos.

Con este preámbulo intento reflexionar a quienes aferrados a la política tradicional cuestionan el accionar de Rubén. Ahora, se puede entender que un político sea “neutral” elemental, por supuesto que no, es un político y los políticos actuaron, actúan y continuarán actuando de esa forma porque no comprenden que la política debe estar al servicio del pueblo y no como ocurrió, ocurre y seguirá ocurriendo, servirse de ella.

Ahora, ¿se puede entender que Rubén se declare neutral? claro que sí, porque Rubén no es un político tradicional que va a tranzar con corruptos, tránsfugas u oportunistas poniendo en riesgo el desarrollo de su pueblo. Al oficializar Rubén una posición de “neutralidad” en relación a los candidatos presidenciales que algunos dogmáticos no terminan por digerir, Rubén dejó en claro que no hará alianzas con nadie para dejar que el pueblo cruceño elija. ¿Es acaso malo que el pueblo determine por quién votar?

No sé ustedes estimados lectores, pero me parece que pedir que Rubén cambie y comience a actuar como un político tradicional rifando la esperanza de la gente, es muy parecido al daño que ocasionaban los bloqueos de caminos que el MAS promovía en contra de la democracia y el desarrollo del país. Sería como atentar contra el desarrollo alcanzado en estos cuatro años de gestión en las provincias cruceñas, gestión que ha logrado consolidar más de 600 proyectos de directo impacto social.

Algunos escépticos no aceptan que Rubén Costas haya renunciado al protagonismo político en el escenario nacional, para dedicarle mayor tiempo de atención a las cientos de solicitudes municipales que llegan desde las 15 provincias, para continuar construyendo el futuro de las áreas rurales postergadas precisamente, por esa política tradicional que ahora le reclaman al Gobernador cruceño, adoptarla como suya.

Asimismo, estos personajes prefieren cerrar los ojos a la realidad que ofrece la actual coyuntura política en la que Moros y Cristianos, comprometidos en su momento con la lucha autonómica, decidieron fijar su camino hacía otros derroteros políticos en el que Rubén nada tuvo que ver, considerando que cada quien es libre de continuar en el rumbo de las luchas regionales o atender a las tentaciones políticas que encontraron a su paso en la ruta de las elecciones presidenciales de diciembre. En mi modesto criterio, considero que Rubén hizo todos los esfuerzos por establecer el proyecto de un frente amplio contra el verdugo del oriente, las explicaciones de qué pasó en este intento salen sobrando.

La escasa “vocación de poder” que supuestamente Rubén habría desnudado con esta decisión de neutralidad (según sus detractores) se explica favorablemente con la “vocación de servicio” que Costas decidió imponer a su gestión administrando los intereses de la mayoría, con algunos ingredientes ajenos a la política tradicional, sensibilidad social, honestidad y transparencia. Entonces, resulta que la política de servicio si es cosa de amigos.

Necesariamente, y luego de leer con atención los diversos cuestionamientos a la decisión de neutralidad política de Rubén, se platea la necesidad de orientar a los detractores recordándoles que toda acción reivindicatoria que emprendan ya sean cívicos, vecinales, laborales, municipales o de cualquier sociedad civil organizada, es una acción política que reclama atención a sus necesidades, al régimen constituido.

También es necesario recordarles que la actual coyuntura política es “sui generis” estamos viviendo una “democracia flotante” en la que “no todo lo que brilla es oro” se ve pero no es lo que parece. Entonces el reto mayor de que ha llegado la hora de que Santa Cruz tome el poder nacional, debe necesariamente ser sometido a un cauteloso análisis y de ninguna manera debe ser motivada por un extraño cálculo personal o de grupos.

Considero que Rubén, pese a quien le pese continúa siendo un verdadero líder con una legítima vocación de servicio que se le reconoce por donde va. Rubén no necesita rifar sus aspiraciones políticas y merecedoras del máximo de los respetos por preferir continuar al frente del poder local que puede fortalecerlo en un futuro muy próximo.

Ahora, de perder el mando prefectural en las próximas elecciones de abril del 2010 frente a otros contendores como Germán Antelo, no será porque Rubén deje de hacer lo que ha venido haciendo por el desarrollo cruceño, misión en la que hay todavía mucho por hacer, teniendo en cuenta las diversas necesidades que adolece el área rural. Aunque hay que reconocer los adelantos obtenidos en servicios como agua 93 % de cobertura, tendido eléctrico con más de 4.500 Km. y caminos estables con más de 6.000 Km. en todo el departamento. La pregunta obligada para los demás candidatos, ¿podrán superar dichas marcas?

Si bien es cierto que, a pesar de actuar solo, Rubén Costas puede considerarse un prefecto fuerte por la importancia del departamento que gobierna, no sorprendería que sus colegas (que no quepa dudas que así será) le pasen más adelante la factura por su última actuación en relación al binomio más fuerte de la oposición. Es como actúa la política tradicional, pero al frente está también la política de servicio que Rubén seguirá empujando como un apostolado que le ha dado resultados más allá de las ambiciones personales. Los detractores locales que no aprueban la actitud neutral de Rubén, pretenden desconocer el liderazgo productivo que caracteriza al cruceño, inclinándose por un proyecto político muy parecido al centralismo que actualmente arrastra al resto del país hacía la miseria y el atraso económico con producción ininterrumpida de “zánganos” que medrán del estado y de los pueblos trabajadores y productivos como Santa Cruz. ¿Acaso no ven la capacidad del oficialismo con el mayor instrumento político en sus manos, convertido en el “freno de mano” que intenta detener el desarrollo cruceño y por supuesto cualquier aspiración política?
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Fuente: http://www.hoybolivia.com/Seccion.php?IdEdicion=502&IdSeccion=7

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