sábado, 12 de septiembre de 2009

Bolivia: ¿se implantará el Estado Plurinacional? (Guillermo Capobianco Ribera)

La cerrada y/o cómoda victoria electoral de diciembre; la implantación mediante aprobación congresal o no del padrón mixto; la campaña desproporcionada y con ventaja del oficialismo; la intensificación mediática millonaria; la ‘prebendalización’ electoral y el aporte de los rebalses del narcotráfico y de la economía informal dicen que sí, que el Estado Plurinacional logrará implantarse en Bolivia.

Sin embargo, la nueva configuración del factor geopolítico externo; el fracaso político del chavismo en Honduras y en la asamblea de la Unasur en Argentina; la puesta en ejecución de la nueva política exterior de la administración Obama en Estados Unidos; la flexibilización en el tema de Cuba y el endurecimiento de la postura imperial respecto a las bases militares en Colombia dicen que no, que el Estado Plurinacional no logrará implantarse en Bolivia.

Lo que el marxismo clásico señala como la ‘superestructura’ de una formación social, en este caso Bolivia, está en proceso de control del Gobierno central y diciembre es una meta que culminará en abril cuando se pretenda completar el ciclo político con la toma ‘democrática’ de las prefecturas y municipios del país.

La economía, la terca economía, que, como bien decía Alttuser –importante teórico del marxismo–, determina todo en última instancia, presagia negros nubarrones a corto y mediano plazo.

La entrega de bonos, de cuya justicia distributiva nadie duda, no ha sido respaldada por políticas de Estado coherentes de apoyo a la producción. Más al contrario, desde el Gobierno se intenta destruir el aparato productivo nacional y reemplazarlo por otro de naturaleza diferente.

En un desenfrenado intento de aplicar como catecismo los principios teóricos del comunitarismo originario-campesino, el Gobierno ha creado por lo menos diez empresas estatales en diferentes áreas, siendo las más importantes aquéllas de producción de alimentos.

No importa si en esas áreas el país ya es autosuficiente, como es el caso de la soya, el arroz, la castaña, el cemento y el azúcar. De lo que se trata es de ‘liquidar a la empresa privada’ y reemplazarla por la empresa estatal.

Santa Cruz de la Sierra y el oriente son la región símbolo de un modelo productivo exitoso, donde un bloque de poder articulado por el Estado y la empresa privada, la social-cooperativa y la corporativa son la base de sustentación de su economía.

A estos factores desarrollados en medio siglo viene a incorporarse el capitalismo transnacional, que ha concentrado de manera masiva en la ciudad cruceña sus matrices administrativas, aprovechando las ventajas cuantitativas y cualitativas de su privilegiada posición geográfica en el centro de Sudamérica.

La composición de las listas electorales oficiales, en las que se vislumbra un intento de rescatar a la clase media perdida en el transcurso del proceso de cambio, aviva la esperanza de un ‘golpe de timón ideológico y político’ que evite la ‘balcanización’ del país con sus trágicas y dolorosas consecuencias.

* memocapobianco@gmail.com

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