miércoles, 11 de noviembre de 2009

Voto cruzado (Carlos Cordero Carrafa)

La conducta electoral demostrada en las tres últimas elecciones generales pone en evidencia que existe un creciente uso ciudadano del voto cruzado y que la mayoría de los partidos...

Una información de la Agencia Boliviana de Noticias publicada el 9 de noviembre sostiene que el presidente Evo Morales advirtió en Challapata, departamento de Oruro, que la oposición promueve una campaña para que los electores bolivianos apliquen el voto cruzado, en un intento por restarle fuerza en el Congreso y enturbiar su segundo mandato. “No podemos entrar al juego de la derecha, que dice ahora que como Evo va a ganar ampliamente, por eso hay que votar por parlamentarios de otros partidos. Eso es lo que hablan, me enteré en Tarija y Santa Cruz. Ahí se está repitiendo eso. Pero ¿quiénes están hablando del voto cruzado?, son los vendepatrias, deploró ante una masiva concentración (...) Yo necesito mayoría en la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados. Por eso pido, con respeto, no abandonen a sus candidatos a diputados uninominales, menos a los plurinominales”, dice la nota de ABI.

La preocupación del Presidente en sentido de evitar el voto cruzado tiene un legítimo trasfondo político. Desea —como transcribe ABI— la mayoría en ambas cámaras legislativas para no tener contratiempos en la aprobación de leyes. El voto cruzado, efectivamente, podría debilitar su próxima gestión gubernamental en la Asamblea Legislativa Plurinacional, siempre y cuando logre la reelección. Lo que habría que dar por descontado, según todas las encuestas conocidas.

La conducta electoral demostrada en las tres últimas elecciones generales pone en evidencia que existe un creciente uso ciudadano de este recurso y que la mayoría de los partidos políticos, tanto de izquierda como de derecha, sufren los efectos del voto cruzado. Por tanto, si cruzar el voto es ser vendepatria —como sostiene la opinión presidencial—, los vendepatrias se encuentran en todos lados. Incluso en el MAS, sobre todo en el MAS.

La posibilidad de cruzar el voto data de las elecciones de 1997 y es un efecto de la creación de las circunscripciones uninominales, las mismas que se incorporaron en el sistema electoral como resultado de la reforma constitucional de 1994. En consecuencia, el voto cruzado es un recurso que se viene practicando en las elecciones generales de 1997, de 2002 y 2005. A pesar del pedido presidencial, es altamente probable que el voto cruzado se siga utilizando con gran entusiasmo por parte del elector. El voto cruzado expresa lealtad al candidato presidencial y desconfianza o censura respecto del candidato en la circunscripción uninominal.

En las elecciones 2002, el entonces candidato a la presidencia Evo Morales recibió 581.884 (20,94%) votos; en cambio, los candidatos a diputados uninominales del MAS apenas recibieron 373.454 votos. Esto quiere decir que 208.430 votos migraron hacia otros candidatos. En las elecciones de 2005 el asunto es más grave, la candidatura de Morales recibió 1.544.374 votos, en cambio los votos a favor de los candidatos a diputados del MAS apenas fueron 968.118, en todo el territorio. Esto quiere decir que 576.256 ciudadanos que votaron por Evo Morales para Presidente migraron hacia otros candidatos uninominales en la franja inferior de la papeleta electoral. Podemos, en las mismas elecciones, también sufre los efectos del voto cruzado, pierde 196.515 votos, de 821.745 (28,59 %) votos que había recibido Jorge Quiroga. Pero Podemos es historia.
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El autor es politólogo y catedrático

ccordero@estudiosdemocraticos.org

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