lunes, 9 de noviembre de 2009

La cohabitación pragmática (Susana Seleme Antelo)

Que el poder político y el económico se busquen nunca asombró: suelen necesitarse, y ahí van, velando por sus intereses y cada uno sacando el mayor provecho del otro. Son el hambre y las ganas de comer.

Según se comenta, a la mayoría de la burguesía boliviana (clase dominante-empresa privada) le ha ido muy bien con Evo Morales, que se dice de izquierda. A quienes han sido 'políticamente respondones', aún siendo parte de esa burguesía, les ha ido mal, muy mal o están perseguidos, al menos en Santa Cruz.

El poder económico, como dueño del capital-dinero no tiene reparos en hablar, reunirse y pactar con quien sea, si se trata de reproducir el capital y acumular excedentes. Si el poder político, no importa de qué ideología, le permite fortalecerse y facilita la expansión de su capital de manera cada vez más 'ampliada', pues con un "quítame estas pajas", va tras él.

Por eso dicen que el capital no tiene ideología, tampoco patria ni madre. O que 'la política' no es asunto de la empresa privada, cuando ya se sabe que la economía es la política concentrada.

En el poder político, pasa algo similar: ya es cada vez más común que la izquierda y la derecha políticas 'cohabiten' sin arañarse. Y que la derecha siempre sirva al poder económico, del mismo modo que la izquierda puede serle funcional. Es lo que se denomina 'pragmatismo político': hacer la vista gorda, tragar sapos, mirar al costado pues si hay intereses políticos y económicos de por medio, todo vale.

¿Es eso lo que se está dando en Santa Cruz? Según el Vicepresidente, el poder político se ha reunido con 'muchos empresarios privados' y lo seguirá haciendo, en tanto, el poder económico hace lo mismo. Claro que ser pragmáticos no significa, ante todo, ser demócratas y solidarios, ni dejar de lado el egoísmo de lo privado para pensar más en lo social y en el prójimo. Porque a esta altura de la lucha política, el problema es que este poder político, tan efímero como cualquier otro, y el económico cohabitan merced a intereses a los que les importan un carajillo la vigencia de la democracia, sus valores y las batallas autonómicas. Ni les va ni les viene que se vulnere la dignidad de otras personas, el derechos a la vida, a la pluralidad política, a pensar diferente, a trabajar, tener libertad física, jurídica y de tránsito dentro y fuera del país, gozar de ciudadanía plena, entre otros valores.

¿Alguno de los 'reunidos' tuvo a bien preguntar por qué está preso Leopoldo Fernández, por qué se le impide hacer campaña política, mientras el ministro de los camiones va en Pando como Pedro por su casa? ¿Y los presos y exiliados políticos? ¿Por qué a Branko Marinkovich, burgués como los 'reunidos', se le persigue, pero se deja 'de vacaciones hasta después del 6 de agosto', según el Vice, para después 'acabar con él y su familia'?¿Por qué se asesinó a tres personas en el Hotel las Américas? ¿Por qué se judicializa la política y se arraiga a Reyes Villa a un mes de las elecciones? ¿Abogó alguno de los 'reunidos' por los vivos y los muertos y por el respeto al Estado Democrático de Derecho?

Merced a la cohabitación pragmática a algunos empresarios privados les va bien gracias, y a los políticos oficialistas les va mejor. A la democracia, siempre perfectible, le va muy mal.

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