lunes, 9 de noviembre de 2009

Otra salva de cohetes (Humberto Vacaflor)

El presidente-candidato ha arriado la wiphala para ser recibido por las clases medias, a las que quiere seducir con gestos de notoria desesperación. Ya ni siquiera insiste en cantar el himno con su ademán de pasajero de micro.

Aparte de que ya no se deja ver junto al vicepresidente, el presidente-candidato repite con angustia ante sus públicos burgueses que está aprendiendo, y que quizá cuántas cosas más pueda aprender en otros cinco años. Por de pronto, sus seguidores han recibido la orden de aprender a hacer un buen nudo de corbata.

Tanta y tan repentina humildad exige alguna explicación. Él no hace nada que no sea recomendado por quienes tienen las mejores encuestas. Ni dice nada que no le hayan escrito sus escribas.

El presidente-candidato está triste, ¿qué tendrá el presidente-candidato?

La Corte Nacional Electoral no pudo entregar la depuración del padrón, debido a que quiere hacer su trabajo a la perfección, como es el estilo de la era de Antonio Costas.

Para localizar e identificar a los que se hubieran inscrito más de una vez, está comparando (“cruzando”, se dice en terminología de estadísticas) las huellas de dos dedos de cada elector con las de los restantes cinco millones de inscritos.

Habría que identificar y sancionar públicamente a los que hubieran cometido ese delito contra la fe ciudadana.

Por lo que se sabe hasta ahora, y lo ha detectado mi amigo Luis Pedraza, las cosas se pintan peliagudas para nuestro presidente-candidato.

El incremento de inscritos en el nuevo padrón se dio solamente en los centros urbanos. En 22 provincias (de las 102 que hay en el país) se concentra 76% de todos los votantes.

El nuevo padrón relativiza la base de votantes del MAS. Los segmentos del “voto duro” del MAS tienen ahora una menor tasa de participación en el padrón general. En Tarija, los votantes del MAS que le dieron 40% en enero pasado, ahora le darían menos de 30%.

Es que de los nuevos 103.000 inscritos de Tarija, 45.000 están en la provincia Cercado.

En el país entero, los 2.064.000 votos que en enero dieron 62% al MAS, ahora le darían 47%.

Sobre la urbanización del padrón: Los votantes de Sucre y Camargo representan 71% de los votos de Chuquisaca (con 75% de voto opositor); los votos urbanos de Tarija representan 77%; las ciudades de Santa Cruz, Camiri y Montero suman 79% del voto cruceño; en Cochabamba, los votos del Cercado, Quillacollo y Sacaba suman 73% de todo el departamento (mayoría opositora); en Cobija hay 4.000 inscritos nuevos, pero los votantes viajeros sólo son 93, inscritos en Racua (los votos más caros del mundo).

José Luis Exeni se fue de la CNE cuando vio llegar el padrón biométrico. Ahora se sabe que no quería que se lo identifique como el que le puso el freno de mano al padrón de la “media luna”. La depuración manual que ordenó Exeni produjo la caída de los habilitados en Santa Cruz de 1.042.000 en 2004 a 810.000 en 2005; menos mal que con el biométrico se tiene ahora 1.158.000. El frenazo mayor se dio en Beni, pero el nuevo padrón hizo que los inscritos subieran de 100.000 a 180.000.

Como se podía sospechar, el padrón biométrico equivale a un multitudinario certificado de defunción para todos los muertitos que votaron en enero. Eran almas que estaban penando.
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El autor es periodista
Fuente: La Razón

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