lunes, 9 de noviembre de 2009

Institucionalidad política cruceña, problema endémico (Diego Martín Ribera González )

En todo el mundo capitalista se obedece una regla: el poder político es súbdito del poder económico, y resulta contradictorio que en Bolivia esto no suceda así. El fallido proceso de autonomías departamentales impulsado por Santa Cruz es la expresión viva del intento de obtener precisamente un grado de poder político que esté en proporción con su poderío económico. Pero, ¿cuál es la razón para que esto no se consolide? El poder político anclado en La Paz siempre encuentra la forma de derrotar a los ‘revolucionarios’ cambas que intentan arrebatarle el poder, utilizando inclusive las instituciones de fuerza pública que responden a estructuras centralistas cerradas que están en concordancia con los intereses paceños. La principal causa es la improvisación y falta de institucionalidad de las organizaciones políticas; es la confusión que se da entre militancia cívica y militancia política, es el intento de llevar adelante cambios políticos sin tener estructura política. Karl Marx decía: La fuerza material debe ser superada por la fuerza material, pero también la teoría llega a ser fuerza material apenas se enseñorea de las masas. En Santa Cruz no existe un partido político que represente los intereses de una sociedad que reclama poder político para autogobernarse y autoadministrarse; un partido político que tenga estructura social, organización interna, planificación para luego pasar a la acción y cumplir los objetivos trazados. Las organizaciones políticas se crean en torno a un caudillo determinado y a una circunstancia determinada, lo que no provoca cohesión social ideológica, sino adhesión por intereses particulares o sectoriales. El Comité pro Santa Cruz, principalmente, y la Nación Camba, entre muy pocos otros, han sido las únicas instituciones que han aportado a un proceso de obtención de poder político para Santa Cruz, pero de forma completamente insuficiente. La Nación Camba se limita a un aporte doctrinal a través de comunicados en la prensa escrita, y el Comité pro Santa Cruz, que es la única institución cruceña que posee la estructura y organización necesarias para llevar adelante una planificación y su consecuente acción, es una institución civil y no política; no tiene representantes en el Parlamento, no disputa el voto del ciudadano para llegar al Poder Ejecutivo, no administra municipios ni prefecturas, y por lo tanto, nunca tendrá el poder suficiente para lograr cambios estructurales en el país, como son las autonomías departamentales. Ése ha sido el acierto del MAS, un partido político que muy a pesar de que utiliza la figura caudillista de su líder Evo Morales, ha logrado crear una estructura fuerte que cumple con todos los requisitos de la institucionalidad, alcanzando la cohesión social de las personas del occidente (entre indígenas y mestizos), cuyos intereses representa, y es por eso que está un paso adelante de la institucionalidad cruceña y aún mantiene el poder político en sus manos.
==========
El autor es abogado

No hay comentarios:

Publicar un comentario