viernes, 2 de octubre de 2009

Nueva victoria ciudadana (Lupe Cajias)

DESDE LA TIERRA


También yo hice mi pequeña encuesta en los ambientes donde esta semana me tocó compartir. Pregunté a hermanos, cuñados y sobrinos: ¿están inscritos en el nuevo padrón biométrico? Todos afirmaron que sí, ellos, sus parientes políticos, la gente con la que trabajan, sus propios amigos.

Pregunté en Sampaya y a los colegas de la Isla del Sol. ¿Llegaron los empadronadores a las comunidades? La respuesta fue unánime: sí, y todos los pobladores, hombres y mujeres, jóvenes y abuelos están en las listas flamantes con sus huellas estampadas. Dicen que primero tardaban un poco, que luego fue más fácil. Todos se movilizaron para ir donde estaban los enviados de la Corte Nacional Electoral. Dicen que no fue necesaria la citación del sindicato ni la orden del alcalde mayor, del hilacata. Simplemente sabían que tenían que inscribirse y poner sus 10 dedos en una maquinita, sacarse la foto y recibir la constancia. La mayoría de los mayores tienen sus documentos al día desde que se inició el reparto del Bonosol, ahora Bono Dignidad. Ninguno quedó afuera, así de categórico, según afirman.

También en el norte de La Paz y entre la gente de los municipios benianos como Reyes, San Borja, Rurrenabaque, la inscripción fue general, aunque ahí--al parecer-- los empadronadores actuaron de forma distinta, convocando por sectores. Al final, la población estaba atenta y todos acudieron a la cita, aún cuando no faltaron rumores y temores.

En el taller de historiadores, el 100 por ciento de los asistentes confesó su inscripción puntual y ninguno contó dificultades. Igual comentario fue el de los amigos en la cena del viernes. Parece que al inicio, las chicas se equivocaban en fechas y datos, tardaban, estaban nerviosas. A medida que pasaron los días se organizaron mejor y los últimos fueron empadronados rápidamente.

También hubo registros completos entre las compañeras con las que compartimos las tardes deportivas y los tes de confraternidad. Cada una tiene alguna anécdota, varias fueron antes de la citación oficial por temor a quedar afuera.

Según la información oficial publicada por la Corte Nacional Electoral, la mayoría de los nuevos empadronados están en Cochabamba y en Tarija, ¿por qué? Es tema de análisis con datos que no conocemos.

Lo importante es reflexionar qué motiva a los bolivianos a ser disciplinados en determinadas convocatorias y citas, al punto que superamos con largueza a las poblaciones de cualquier país latinoamericano, europeo, africano.

Los especialistas ensayan algunas respuestas: porque el voto es obligatorio (aunque las sanciones son tan limitadas); porque hay miedo a una guerra si no se da la batalla en las urnas; porque somos politizados y cada uno quiere expresarse; o porque es un reflejo de la fortaleza de la sociedad civil.

En cualquier caso, el resultado es asombroso y una vez más los bolivianos derrotamos a los expertos que llegaron desde afuera y vaticinaron guerras, golpes, inviabilidad y que anunciaron que era “técnicamente” imposible llenar un padrón biométrico en pocos meses y alcanzar al área rural. ¡Vencimos, ciudadanos! Ahora toca esperar los próximos actos.

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