sábado, 26 de septiembre de 2009

Las élites del poder (Guillermo Capobianco Ribera)

Las élites del poder en Bolivia, aquéllas que se forjaron en la lucha clandestina contra las dictaduras militares y acompañaron junto al pueblo el proceso de retorno a la democracia, fueron devastadas junto al sistema político por la ‘marea’ electoral de diciembre de 2005.

Si de revolución democrática quiere hablarse, es ineludible hacer referencia al desplazamiento de las élites políticas en el ejercicio del poder gubernamental.

Las élites expresivas del sistema multipartidario fueron desplazadas y reemplazadas por una nueva, que es la que conduce actualmente los destinos del país.

Los nuevos gobernantes, consecuentes con la filosofía política que sustentan –el comunitarismo indigenista–, están en pleno proceso de implantación de su proyecto.

La nueva élite del poder tiene la ventaja de utilizar todos los recursos e instrumentos del Estado, sin distinguir aquello que es patrimonio de la sociedad en su conjunto y lo que es del Gobierno bajo el respeto de ciertas normas.

La nueva élite del poder conduce el proceso de implantación de su proyecto intentando, fiel a su ideología, sentar las bases de un nuevo modelo de desarrollo de economía y de sociedad.

Los resultados de ese intento, luego de un periodo de gobierno, han sido relativamente exitosos en cuanto a la tarea de destruir el entramado institucional del antiguo régimen conocido en nuestra cultura clásica: el Estado de derecho.

No ha ocurrido lo mismo respecto a las bases estructurales del modelo de desarrollo económico y social en vigencia, que se ha mostrado rebelde a los intentos oficiales de su transformación, sobre todo en el tipo de economía y sociedad que lo sustenta.

Las nuevas élites del poder y en el poder han avanzado en el proceso de implantación de una economía estatal reforzada en las áreas estratégicas como la de los hidrocarburos, la minería, la aviación comercial, los servicios y otros sectores.

Las élites dirigentes del modelo de economía dominantemente privada han demostrado firmeza en la defensa de sus principios y valores y de su forma y estilo de vida frente a la arremetida oficial que controla todos los hilos del poder.

La Feria Exposición de Santa Cruz ha demostrado la realidad de un país que no sólo quiere seguir viviendo en democracia, sino también enarbolando las banderas de un modelo productivo exitoso.

Sin embargo, luego de la devastación del sistema multipartidario, las élites institucionales, empresariales y corporativas han quedado huérfanas de expresión política.

El poder político estatal y gubernamental está concentrado en La Paz, en tanto que el poder económico, financiero, empresarial y corporativo se concentra cada vez más en el oriente, con la gran urbe cruceña como epicentro.

En un país polarizado, con economías y modelos de sociedad contrapuestos, se prefigura un futuro inmediato de mayor confrontación luego de los resultados de la consulta electoral de diciembre o de una pausa concertada de coexistencia democrática entre ambos.

==========

memocapobianco@gmail.com
Fuente: El Deber

No hay comentarios:

Publicar un comentario