miércoles, 18 de noviembre de 2009

Los insólitos programas de gobierno (Alberto Bonadona Cossío)

Ser candidato a la presidencia o, para el efecto, formar parte de cualquier formula ganadora o de las otras, da el derecho de decir incongruencias, pleonasmos, ofrecer lo inalcanzable, creer que los problemas de la economía del país son parte de un juego de simple y surrealista imaginación. ¡Sea candidato y tiene la prerrogativa de decir necedades, sandeces y alguna que otra ocurrencia graciosa!

Uno de los socarrones afirma: “Velaremos para el correcto y adecuado funcionamiento de los mercados.” A continuación habla de los monopolios de los servicios públicos y añade que “controlará precios y beneficios de los servicios de agua, luz, comunicaciones y combustibles”. Los precios en estos monopolios naturales son regulados y no controlados y debe establecérselos dentro de los límites más cercanos a las condiciones de un mercado de libre competencia. ¿Dónde queda lo “correcto y adecuado” que ofrecen?

Otro candidato y sus seguidores, parecen que vieron muchas películas de Cantinflas y formulan la salvación para Bolivia con el impulso de una “economía mixta, entre lo privado y lo estatal, pero, bajo el control del estado Boliviano, estimulando con fuerza la iniciativa privada y entrar a la era de la competitividad y con réditos económicos a favor del pueblo, de los trabajadores del campo y las ciudades”. Con este tipo de “mixtura” apresúrese a votar con “fuerza” a favor de esta tabla de salvación para todos. ¿Cómo es que no se descubrió antes esta clase de entuertos económicos?

Otra lumbrera presidenciable ofrece la receta para abaratar el costo financiero. Por lo visto se trata tan sólo de “regular las decisiones de arbitraje entre el ahorro-inversión nacional realizadas por la banca privada, de tal manera que se generen señales financieras hacia los sectores productivos”. O sea que bajar la tasa de interés bancaria la realizarán por decreto y no importa en absoluto la ineficiencia bancaria que sube los costos. Menos importante para estos presidenciables es el desajuste (descalce) entre los créditos otorgados a plazos largos y los depósitos recibidos a plazos cortos; característica secular de la banca nacional. Más aún, prometen aumentar la inversión nacional mediante el mismo decreto. ¿Qué ofrecen, política económica o sortilegios?

Una nueva joya encontrada en el pajar de la actual política eleccionaria señala: “Desarrollaremos una economía equilibrada, con un déficit fiscal bajo” ¿Cómo es esto de equilibrio con déficit? ¿Será una nueva teoría económica?

La propuesta más destacada es la panacea que ofrece “El Estado Plurinacional” cuyos candidatos continuarán “efectuando la redistribución del ingreso nacional favoreciendo a … sectores de menores ingresos y oportunidades a través de sus políticas fiscales, financieras, monetarias y cambiarias”. De aumentar la producción con empleo productivo y el cómo lograrlo siguen sin explicar mucho. Y bueno sería que digan cómo las políticas referidas favorecieron a los más pobres.

1 comentario:

  1. Muy bien dicho... Es la pura verdad. Pero ni toda la imaginación podia superar la propuesta de Manfred. ¡Subvencionar el acullico! Definitivamente la oposición está lucida con semejante candidato.

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